VOLANDO ALTO

DIRECTOR: Dexter Fletcher. AÑO: 2016.

GÉNERO: comedia. ORIGEN: Alemania y Gran Bretaña.

CON: Hugh Jackman, Taron Egerton, Christopher Walken, Keith Allen y Jo Hartley.

DURACIÓN: 109 minutos.

CALIFICACIÓN:
apta para todo público.

Volar como los pájaros es el gran sueño eterno de los hombres. Desde la mitología griega llega la historia de Dédalo y de su hijo Ícaro, quienes construyeron alas con plumas pegadas con cera para poder huir de la isla de Creta. Todo terminó en tragedia, cuando el joven subió hasta estar cerca del sol, se derritió la cera y cayó al mar para morir ahogado.

Pese a la advertencia mítica, nada detuvo los intentos humanos por emular a dioses y aves. La sensación de un cuerpo flotando seduce hasta poner en riesgo la vida. Pero tan importante como saber subir, lo es bajar.

“Volando alto” cuenta la historia real del británico Eddie Edwards, cuyo apodo hace referencia a su deseo: a los 52 años que tiene actualmente, le siguen diciendo el águila, apodo ganado al haberse convertido en el primer deportista de Gran Bretaña en competir en salto en esquíes en unas Olimpíadas de invierno (las realizadas en 1988, en Calgary, Canadá). No le fue bien; por el contrario terminó en el puesto 55 de 56 competidores (quien estaba por debajo de él fue descalificado). Había sido seleccionado pese a que su única participación previa había sido en un mundial de la especialidad, donde salió último, con un tercio de la distancia en salto que el ganador.

La película, entonces, no es de una coronación milagrosa sino de la superación personal para alcanzar el objetivo; del esfuerzo en la carrera antes del lugar ocupado al llegar; de la decisión de no darse por vencido pese a haberse roto más de un hueso en los intentos fallidos.

Edwards logró lo que otros no alcanzaron, pese a que no tenía el físico previsible para un deportista de élite, sino que era regordete, miope, torpe y con un entrenamiento precario, que incluía lanzarse al vacío desde un colectivo inglés de dos pisos de alto. Su estilo en el aire incluía movimientos con los brazos (como un aleteo) para mantener el equilibrio. Todas las falencias fueron reemplazadas con una simpatía arrolladora y con decisión, con las cuales se ganó el corazón de los amantes del deporte.

Luego de su participación en los juegos canadienses, el Comité Olímpico Internacional dictó la “Regla de Eddie, el águila”, que obliga a los atletas a participar en competiciones oficiales internacionales y lograr resultados comprobables. Edwards nunca pudo volver a una olimpíada.

La película se presenta alegre y divertida, con los avatares deportivos del protagonista desde su niñez. Lo encarna Taron Egerton, quien debutó en cine en “Kingsman: el servicio secreto”, cuyos productores también están detrás de “Volando alto”. Su entrenador en la ficción está interpretado por Hugh Jackman.